lunes, 14 de mayo de 2012

DÍA NACIONAL DE LA INGENIERÍA


 Hoy día celebramos nuevamente el día de la ingeniería en Chile, conmemorando esta fecha como el comienzo del primer proyecto multidisciplinario de ingeniería al iniciar la comunidad, de manera dramática y profundamente dolida, la reconstrucción del país, devastado por un gran terremoto que ocasionó la caída de la mayor parte de las construcciones, todas ellas de adobe y la muerte de mil almas, vale decir, un cuarto de la población total de la región afectada.

En recuerdo de este inicio el Colegio de Ingenieros de Chile ha propuesto a la Comunidad el día 14 de mayo como el día de la Ingeniería.

En estos años, sin embargo, Chile se ha transformado en un país distinto, líder ejemplar en el manejo de su economía y pujante con logros que traspasan sus fronteras, dejando atrás la pobreza originada en la época colonial por la falta de una actividad industrial importante y la dependencia comercial de España, que creaba condiciones especialmente adversas a través de leyes, impuestos y gabelas las cuales hacían prácticamente imposible un florecimiento libre y efectivo del comercio.

Hoy, sin embargo, el proyecto iniciado en un día aciago, sumido en la desesperanza ese 14 de mayo de 1647, aún no termina. Todos los días, hasta ahora, los ingenieros nos levantamos y le damos una continuidad fundamental a la tarea comenzada hace siglos y así hemos construido, de manera laboriosa e incansable el país que tenemos y, más aún, lo imaginamos proyectándolo en el futuro. Este ha sido un trabajo que está registrado en el documento Proyecto País, que ha germinado y se ha desarrollado en este Colegio, aporte invaluable de esta Institución a la sociedad.

No podemos desconocer que la tarea en la actualidad se enfrenta a desafíos que parecen insalvables como la obtención de la energía necesaria para evitar el estrangulamiento del crecimiento económico, única garantía que puede asegurar un desarrollo futuro digno y sostenido que permita a nuestros congéneres tener una vida libre de estrecheces que limiten su libertad. Demás está decir que ello debe contar una debida planificación de las políticas públicas para que tenga un entorno fértil y adecuado que lo haga realidad.

De la misma manera el recurso hídrico debe contar con el debido desarrollo para evitar el agotamiento de un bien que hasta ahora nos ha parecido abundante e inagotable, pero que bien vemos que el mundo se enfrenta a una escasez insospechada que puede significar una gran tragedia en los años futuros. Esta tragedia, con seguridad, va a ser evitada si la ingeniería cuenta con los recursos necesarios y su visión logra tener eco en nuestra sociedad y sus gobernantes para poder planificar el eficiente uso de este
recurso.

Pero no debemos engañarnos y pensar que solamente que podemos lograr nuestro desarrollo
dándole la espalda a las necesidades propias del planeta y a su naturaleza. Necesariamente toda intención productiva en sí conlleva una amenaza al medio que vivimos. El medioambiente es frágil y necesita de un cuidado pertinaz a fin de no romper el delicado equilibrio de la vida, por lo tanto se hacen imperiosas e insoslayables las condiciones básicas de proponer desarrollo y sustentabilidad como una unidad indisoluble que soporte el avance económico futuro. Y esa es nuestra tarea hoy, y más, es la tarea del futuro, que ha de crecer en manos de nuestros hijos por lo tanto no podemos desviar la mirada y esquivarla porque es nuestro legado y nuestra
responsabilidad.

Y, apoyados en estos pilares primarios, debemos continuar con la construcción de una estructura consistente, nuestras ciudades están saturadas, amenazadas por el desorden y el crecimiento incontrolado, por lo cual debemos considerar las medidas básicas indispensables para una debida planificación urbana, que nos permita gozar de los logros que forjamos con una calidad de vida adecuada. No ganaremos nada si mañana el precio que paguemos sea sumergirnos en un caos sin retorno. Esa planificación es tarea nuestra y debemos resolverla hoy y en ella la ingeniería en sus
distintas disciplinas, debe ejercer un liderazgo decidido en los procesos que debemos resolver en el futuro.
Tampoco en nuestro quehacer, podemos olvidar el pasado y es así como una de nuestras tareas más importantes es preservarlo, recuperando el patrimonio histórico del país, para evitar transformarnos en un pueblo sin memoria pues ella, al final de cuentas, es lo único que prevalece en la larga noche de los tiempos. De esta manera queremos iniciar este día, que es nuestro día.