Las expectativas del
mercado inmobiliario para 2017 no son las más auspiciosas, pues el mercado se
ha alineado con el resto de la economía. Lo complejo de este escenario
económico es que mientras no haya certezas, en especial en el empleo, se
ve difícil que cambie mayormente la tendencia que se vio en el último trimestre
de 2016. La percepción de la gente respecto de su estabilidad laboral es uno de
los drivers más importantes de la compra inmobiliaria.
La principal conclusión
que se extrae de este cuadro es que el mercado de propiedades usadas
tomará mayor relevancia. Por un lado, la demanda por arriendos aumentará, hecho
que hemos detectado en Zoominmobiliario.com, y por otro, la oferta de venta
de propiedades usadas va en aumento. Para lo segundo no se requiere acceso
a estadísticas especializadas, basta con recorrer las distintas comunas
tanto de Santiago como de regiones para verlo.
Si bien con esta
desaceleración se podrían esperar bajas en los precios de viviendas nuevas,
existen presiones que al menos debiesen evitar cambios relevantes. Varias
regulaciones han estado entrando en efecto que encarecen el costo de
construcción y el precio final. Algunas de estas corresponden
a cambios de normas que afectan la forma de trabajar de las constructoras
(en el caso de las ITO) o la especificación de cada proyecto. Se
comenzarán a realizar nuevas exigencias de mitigación y por el lado
del precio, se terminará definitivamente la exención del IVA.
Como si esto no fuera
suficiente, en comunas relevantes de la Región Metropolitana se han congelado
los planos reguladores, poniendo trabas al desarrollo de nuevos proyectos. La
pregunta que debiésemos hacernos entonces es: Si no se puede densificar en
los barrios consolidados, que tienen buen acceso a servicios básicos,
transporte y comercio ¿Dónde?
Mariano Berazaluce Schmidt
Ingeniero Civil Industrial
Consejero Especialidad Industrial
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