Al
ver las noticias podemos observar con alguna periodicidad el resultado a problemas
en la implementación de diferentes proyectos que en su oportunidad fueron
ofrecidos como la panacea a muchos problemas de nuestra sociedad. Ejemplo de
esto son el Transantiago, la reforma educacional, el sistema de salud público y
muy probablemente también se sumen a esto la reforma laboral y algún intento de
asamblea constituyente que aún se está gestando. Esto no es exclusivo del
sector publico sino que por el contrario también se da en la empresa privada.
En resumen la ejecución de proyectos no siempre es exitosa o del todo
predecible.
En
este contexto es interesante reflexionar sobre las diferencias entre mejora
continua y reingeniería. Mientras la primera trabaja sobre cambios
incrementales sucesivos tendientes a ir mejorando cada vez más los procesos, el
segundo promete una mejora disruptiva permitiendo que estos procesos sean dramáticamente
más productivos y eficientes.
No
obstante a estas diferencias entre ambos enfoques,existe un enemigo en común
llamado el rechazo al cambio.La frase que dice que el hombre es un animal de
costumbre nos predispone a que los cambios en las actitudes o conductas requieren de esfuerzo e incentivos tendientes
a propiciar el cambio para perpetuarlo hasta que sea necesario volver a
adaptarse.
Por
lo anterior entender las motivaciones de fondo que empujan las decisiones de
transformación son sin duda un factor crítico. De hecho los expertos en materia
de gestión del cambio hablan de traspasar y comunicar el sentido de urgencia.
Con esto no se busca otra cosa que hacer entender al grupo o individuos la
importancia de adoptar el nuevo comportamiento.
Tomando
en cuenta las principales diferencias quizás la más profunda dice relación con
que la mejora continua nace más como consecuencia de un querer alcanzar la
excelencia mientras que la reingeniería busca hacerse cargo de un problema
puntual que genera la necesidad del cambio. Lo anterior queda de manifiesto en
esa clásica frase del Kaizen que dice "hoy mejor que ayer y mañana mejor que hoy".
Por lo tanto la mejora continua supone esfuerzos permanentes y de largo plazo a
diferencia de la reingeniería que los requerirá mientras dure el proceso de
implementación.
¿Qué sentido tiene
comparar la reingenería versus la mejora continua? Si estamos en la disyuntiva
de tener que elegir una metodología por sobre la otra claramente la
reingeniería ofrece mejores resultados, pero a su vez requiere de mayores
exigencias a la hora de diseñar e implementar. A diferencia de lo anterior la
mejora continua permite trabajar cambios de forma permanente logrando que la
organización aprenda a adaptarse mejor. Por consecuencia la reingniería como
una técnica asilada es una salida para dar solución a un problema inesperado y
la mejora continua como un proceso que responde a las necesidades de la
estrategia de la organización. Dicho de otra manera la mejora continua se hace
cargo todos los días de ver como mejoramos y la reingeniería aparecerá solo
cuando un problema requiera de resultados dramáticamente más productivos y
eficientes.
En conclusión más
que utilizar una metodología por sobre la otra el llamado es a trabajar todos
los días "hoy mejor que ayer y mañana mejor que hoy" y abrazar
el camino del Kaizen en busca de la excelencia. Quizás de esta forma los
proyectos como el Transantiago y las futuras reformas tengan una mejor acogida
y resultados positivos en nuestra sociedad.
Bartolomé Rodillo Pérez
Consejero Especialidad Industrial
Registro N° 22.482
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