El Consejo de Especialidad Industrial tiene por
misión aportar a la discusión pública y el desarrollo de nuestro país, con la
visión técnica desde nuestra especialidad, en temas de interés, oportunamente,
en conjunto con el cuidado y proyección de nuestra profesión en la sociedad.
Por lo anterior para nosotros la productividad es
tema central que afecta tanto a nuestros profesionales como a la sociedad. Es
en este ámbito es que quiero compartir con ustedes algunas reflexiones sobre
esta materia.
La Ingeniería Industrial por definición se ocupa
de la optimización del uso de recursos humanos, técnicos, informáticos, así
como el manejo y gestión óptimos de los sistemas de transformación de bienes y
servicios. De forma práctica podemos decir que se ocupa en diseñar,
especificar, analizar, implementar y mejorar continuamente los sistemas y
procesos. Por otra parte, la productividad es la relación entre la cantidad de
productos obtenida por un sistema productivo y los recursos utilizados para
obtener dicha producción. Entonces podemos ver a la productividad como el indicador
de eficiencia que relaciona la cantidad de recursos utilizados con la cantidad
de producción obtenida. Por lo tanto existe una relación directa entre el que
hacer de la Ingeniería Industrial y la productividad.
Michael Porter
en su libro COMPETITIVE STRATEGY nos habla acerca de las estrategias
para lograr una ventaja competitiva. Liderazgo en costos o Diferenciación. Para
la primera, si se quiere competir por costo la productividad se transforma en
un factor crítico y para la segunda, aunque menos evidente, también se
transforma en un requisito a satisfacer. La diferenciación como estrategia
busca que los consumidores estén dispuestos a preferir un producto por sus
características particulares por sobre
otro. A igualdad de precios entre dos productos el costo de la diferenciación
requerirá ser compensado por un ahorro en costos de producción del mismo. En
este ámbito, la productividad nuevamente nos contribuye a cumplir con este
desafío.
Por otra parte sabemos que Chile tiene una gran
deuda con la productividad, sobre todo si queremos alcanzar los niveles de los
países desarrollados. Esto lo podemos confirmar como lo señala el Informe de
resultados: Productividad laboral sectorial y por tamaño de empresa a partir de
microdatos del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo de Agosto de 2015.
“La brecha en términos de productividad, por ejemplo en el caso chileno, que ha
persistido a través del tiempo, a pesar de diferentes políticas y estrategias
de desarrollo económico.” Periodo 1960-2011.
En este contexto tanto los Ingenieros como la
sociedad debemos trabajar para generar un dialogo abierto con el cual podamos
movilizarnos para alcanzar mejores niveles de productividad para entregar a
nuestra sociedad un mayor bienestar y
desarrollo. Si bien hay consenso en que la infraestructura, la educación y el
capital nos ayudan a conseguir mayores niveles de productividad, no debemos
olvidar que los factores culturales juegan un papel importante a la hora de
ejecutar el trabajo. Sin responsabilidad, compromiso y lealtad de los
trabajadores, por más educación técnica que se tenga, se dificultará alcanzar mayores niveles de
productividad y eficiencia.
Desde la perspectiva social alcanzar mejores
niveles de productividad trae consigo desafíos importantes, ya que exige que
los recursos humanos sean cada vez más eficientes. En este sentido la educación
pasa a ser un factor crítico pero no exclusivo al ámbito técnico. Los valores y
ética profesional son necesarios y su impacto van más allá que los conocimientos
meramente técnicos, es decir la mejor técnica aplicada sin valores o con
acciones reñidas con la ética profesional trae consigo, como hemos visto en más
de una oportunidad, situaciones de alto interés de la opinión pública.
La robotización y la inteligencia artificial serán
en un futuro cercano una fuente de generación de mayores niveles de
productividad en todo ámbito. Hemos visto como la tecnología ha evolucionado
exponencialmente desde la primera Revolución Industrial hasta el mundo de la
Internet, impresoras 3D, robótica, genética y nano tecnología. No obstante al
desarrollo y los beneficios que esto ha implicado, las futuras generaciones
deberán luchar por la reconversión laboral buscando espacios distintos donde la
robotización y automatización pasaran a ser cada vez más competidores para los
seres humanos.
Por ultimo queremos extender una invitación al
Programa de Productividad 2016, para seguir promoviendo el debate en esta
materia, que nuestro Consejo desarrollará a partir del mes de abril y que será
oportunamente difundido.
Bartolomé Rodillo Pérez
Ingeniero Civil Industrial
Consejero Especialidad Industrial
Registro N° 22.482
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