Como
cualquier persona, entiendo que el uso
de combustibles fósiles, principalmente en motores de combustión interna, genera
externalidades negativas como la contaminación, y por ello creo necesario
gravar su uso, como compensación a dichas externalidades, para quienes los
usamos.
Pero
lamentablemente el Impuesto Específico a los Combustibles (IEC, que corresponde a
un gravamen) sólo lo paga aproximadamente el 20% del petróleo utilizado, ya que
por ley están exentos de pagarlo usuarios como: navieras, forestales, líneas
áreas y otros, que componen el 80% restante, es decir, prácticamente sólo lo
pagan los vehículos terrestres motorizados.
Además
el Impuesto Específico a los Combustibles, es absolutamente discriminador en su
aplicación y costo, ya que tiene distintos valores, para las bencinas y el
diésel, donde las primeras pagan el equivalente a 4 veces, lo que la segunda,
en castellano: las bencinas están gravadas con 6 Unidades Tributarias mensuales, por
metro cubico de combustible (6 UTM/m3), y en cambio el diésel con 1,5 UTM/m3.
Como
si todo lo anterior fuera poco, el Impuesto Específico a los Combustibles,
fue creado con el fin del desarrollo de infraestructura vial, la que hoy es
concesionada, y debiéndose pagar un gravamen adicional, cada vez que
ingresamos a una autopista, y al pasar bajo un pórtico escuchamos “PIP”, pero
de desarrollo de calles y avenidas al interior de la ciudad, no se oye padre, y
por ende es justo cuestionar el uso de los recursos correspondientes al cobro
del Impuesto Específico a los Combustibles, ¿usted sabe en qué se usa esa
plata…?, ¿será la caja chica de los gobiernos de turno…?, etc., etc.,
etc.
Por
si usted no lo sabe el Impuesto Específico a los combustibles, recauda un poco
más de 2.000 millones de dólares al año, sólo el 2012 fue US$ 2.344 millones,
para hacer una comparación, dicha cifra equivale al 34% de lo que Codelco
entrego al Fisco el año 2011, y al 50% de lo que entrego el 2010.
Finalmente
tenemos un sistema de estabilización de precios de los combustibles (SIPCO),
que a luces de los consumidores, al parecer no sirve de mucho, y adicionalmente
no considera el tipo de cambio, para actuar (valor dólar), tanto así que en las
últimas tres semanas no actuó, pero los precios de combustibles SI.
Dados
los párrafos anteriores, los invito a trabajar por tres cosas que a mi juicio
impactarían significativamente en el precio de los combustibles, mejorando la
recaudación fiscal: la primera que corresponde a sincerar la realidad; la
segunda que corresponde a democratizar el impuesto; y la tercera que
corresponde a eliminar el carácter de discriminador del impuesto.
1.- Sincerar la
realidad: Asumir y comprender, que un país que
importa prácticamente el 98% del petróleo
que consume, no puede tener un sistema de estabilización de precios que
funcione, ya que no maneja las variables externas, y menos en un escenario de
escasez del petróleo y sostenidas alzas en su precio, en conjunto con una
política cambiaría libre como la de nuestro país.
Por
otro lado de una vez y por todas sincerar el uso de los recursos por concepto
de recaudación de impuesto específico a los combustibles, y de ser necesario,
redefinirlo, pero muy transparente en su uso.
Propuesta en
este punto es eliminar cualquier tipo de sistema o modelo de estabilización de
los precios de los combustibles, y que parte de la recaudación vaya a I+D, para
la disminución en el uso de combustibles fósiles y/o el desarrollo de
alternativas más sustentables.
2.- Democratizar
el Impuesto Específico a los Combustibles:
todos quienes usamos (quemamos) el petróleo (diésel o bencinas), generamos en
mayor o menor medida externalidades negativas al ambiente, pero sólo un 20% del
petróleo consumido para Impuesto Específico a los Combustibles.
Propuesta es que
todos los que lo usan petróleo (bencinas y diésel) deben pagar elImpuesto
Específico a los Combustibles.
3.- Eliminar el
carácter discriminador: Actualmente existen
distintos valores para quienes usan bencina o diésel, 6 UTM/m3 y 1,5 UTM/m3,
respectivamente, lo cual tiene un carácter absolutamente discriminador, y más
aún cuando cada vez más marcas de autos tienen dentro de sus versiones modelos
diésel, generando consumidores de primera y segunda categoría, ya que se les
cobra un impuesto distinto.
Propuesta: un
Impuesto Específico con el mismo valor para todos los consumidores por igual,
el cual debería estar en el rango de 1,0 a 1,5 UTM/m3.
2º Vicepresidente Comisión Educación
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