El liderazgo femenino
es un tema que en Chile, quizás, se puso en el tapete y con fuerza, en el
primer gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet. Sin embargo, con el pasar
del tiempo, pareciera que adoptó la forma,
para algunos ideal, de un eslogan de campaña, una frase que se utiliza,
con más frecuencia de la que se quisiera, en los discursos públicos, en los que
la intención que se persigue es igualar al género femenino con el masculino. ¿es
esto último el ideal?
Revisando algunos
hechos tenemos:
Si nos remontamos a
la historia de nuestro país, se han realizado dos avances significativos para
la mujer, recalcando eso sí, que se trata sólo de dos hechos concretos. Uno de
ellos, puntualiza, es el derecho a voto -en 1952- y, el segundo punto, es el
post natal de seis meses. Es lo único que tenemos para mencionar, lo que me
parece totalmente insuficiente.
En mi opinión el camino pasa por cambiar la
ideología que tienen detrás. Cambiar el discurso que es feminista y que es de
la post guerra, está pasado de moda. Hoy día, el feminismo es anticuado y opera
en contra de lo que las mujeres necesitamos y lo que se demanda es una
incorporación del aporte del liderazgo femenino y no un feminismo que propicie
la pugna de lucha entre sexos, donde tengo que pelearme con el señor de al
lado, en vez de trabajar en equipo.
Dado lo anterior, es
interesante buscar el significado de algunos términos en el Diccionario de la
Real Academia de la Lengua Española: liderazgo. líder, liderato.
¿Es distinto el
liderazgo según sea mujer u hombre quien lo ostente?
Veamos los
Estereotipos
Si nos referimos a masculinidad
podemos encontrar lógica, capacidad de análisis, determinación, fuerza, mente
deductiva, comunicación directa, lenguaje verbal, control de las emociones,
baja aversión al riesgo.
Ahora si nos
referimos a femineidad encontramos sensibilidad, capacidad de reflexión, capacidad
de escuchar, gran intuición, autocontrol, reflexiva, autoridad informal,
comunicación simbólica.
RAE. Masculino 3ª
acepción: varonil, enérgico
RAE. Femenino6ª
acepción: débil, endeble
Si hablamos de liderazgo femenino, se puede indicar que es
un estilo más democrático, es decir, alientan la participación, comparten poder
e información, fortalecen sentimientos de valía de sus seguidores, dirigen por
medio de la inclusión, confían en su carisma, experiencia, contactos y
habilidades en el trato personal.
Si hablamos de liderazgo
masculino, podemos indicar que es un estilo más directivo, es decir, más
proclives a un estilo directivo de mando y control, autoridad formal como base
de su Influencia.
Aunque es preciso
remarcar:
Liderazgo femenino
≠ liderazgo de mujeres
El primero es
ejercido por mujeres u hombres, indistintamente
El segundo es
empoderamiento de las mujeres y se puede definir como un proceso que habilita a
una persona a ganar poder, autoridad e influencia sobre otras personas, las
instituciones o la sociedad.
Ahora me gustaría
referirme al Empoderamiento femenino
Se pueden indicar las
siguientes capacidades: poder de decisión propio, acceso a la información y los
recursos para tomar decisiones, posibilidad de escoger entre distintas opciones,
habilidad para ejercer la asertividad en toma de decisiones colectivas, pensamiento
positivo, habilidad para hacer cambios, habilidad para aprender y mejorar su
propio poder personal o de grupo, habilidad para cambiar las percepciones por
medios democráticos, mejorar la auto imagen y superar la estigmatización.
Se puede indicar como
fundamental:
Conciliación y
corresponsabilidad (Gestión del tiempo)
Refiriéndose a la
historia existen cuatro modelos de liderazgo, estos son:
Modelo de
asimilación: Es el modelo de la power woman de los ’80. Inspiración thatcherista
– adopción de patrones de dirección asociados al estilo masculino de
dirección, renunciando a buscar un perfil propio.
Modelo
complementario: Este modelo sostiene que hombres y mujeres presentan estilos
diferentes de liderazgo que se adecuan a circunstancias diferentes. Algunos
autores hablan de un liderazgo andrógino que disminuye los impactos de
género y conjuga los mejores rasgos de los estilos masculino y femenino.
Modelo de liderazgo
femenino: Con cualidades intrínsecamente superiores al liderazgo masculino que
dan mejores resultados en las organizaciones. Se estructura en oposición al
modelo patriarcal vertical y prima la colaboración y el networking por
encima de la jerarquía.
Modelo negacionista:
Niega la existencia de un modelo de liderazgo femenino. Posiciones que
consideran que la variabilidad de estilos y cualidades dentro de cada género es
mayor que la variabilidad entre géneros.
Si nos referimos al
líder actual, se ha estudiado que se requiere flexibilidad, capacidad para
escuchar, apertura y flexibilidad ante el cambio, capacidad de negociación y de
comunicación, sentido ético y carisma.
Lo que antes veíamos típico
del liderazgo femenino
¿Entonces?
Podemos indicar que
las mujeres accedemos con mayor dificultad a puestos de responsabilidad, así
que su presencia en estos puestos es menor, por lo que estamos hablando
desegregación vertical.
En mi opinión en el
liderazgo del siglo XXI se requerirán con mayor frecuencia características o
competencias comúnmente asociadas más a las mujeres que a los hombres. Según lo
mencionado al principio de este artículo como liderazgo femenino y liderazgo
masculino.
Ahora, si revisamos
algo de estereotipos sociales en este tema podemos mencionar trabajos feminizados
o masculinizados donde existe un difícil equilibrio entre la igualdad formal y
la real
En conclusión, esto
no se trata de feminismo o riñas sin razón alguna, o malos entendidos de
cualquier tipo, sino de simplemente trabajo en equipo, donde tanto hombres como
mujeres seamos un complemento de liderazgo, donde las mujeres integradas en la
fuerza laboral podemos ayudar a mejorar la economía en cuanto al PIB de las
empresas, y donde uno de los temas más relevantes, el poder contar con las
facilidades de conciliar tanto la vida laboral como familiar, ya que también es
relevante no perder de vista el que la tasa de reposición de fuerza laboral a
nivel mundial es muy baja.Ppara el caso de Chile rodea el 1.9 %, siendo que la
necesidad es de 2.4% y sin esto sólo seremos muchos adultos mayores sin nadie
que pueda realizar el trabajo grueso necesario para toda economía.
Marcia Carrasco Rojas
Vicepresidenta Consejo Especialidad Industrial
Colegio de Ingenieros de Chile A.G.
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