martes, 14 de noviembre de 2017

Iluminación con énfasis en la fisiología humana


El Premio Nobel de Medicina 2017 otorgado a tres científicos norteamericanos -Jeffrey Hall, Michael Rosbash y Michael Young- por sus trabajos sobre el reloj biológico del cuerpo o ritmo circadiano, viene a confirmar la relevancia de los postulados del Human Centric Lighting que centra la iluminación en la fisiología humana. “La iluminación moderna puede mejorar los ritmos circadianos, los estados de ánimo, la agudeza visual, el rendimiento y el bienestar de las personas ahorrando energía y ayudando a la sustentabilidad” comenta el Dr. Erwin Plett, vicepresidente de la comisión de energía del Colegio de Ingenieros de Chile A.G.

Con ello, el ahorro, la eficiencia energética y el bienestar de las personas van de la mano, ya que la moderna iluminación LED optimizada trae ganancias duras medibles en kWh ahorrados, y aún mayores ganancias blandas relacionadas con gente feliz y su mejor  capacidad para concentrarse, mayor productividad y capacidad de aprender.

El ser humano funciona y se regula con las señales que obtiene de la luz y que calibran los distintos relojes biológicos de las personas: anual, mensual y diario (ritmo circadiano). La visión (y con ello la iluminación) es muy importante para nosotros, ya que fisiológicamente más del 70% de todos los sensores que tiene el cuerpo humano se concentran en los ojos, con lo que diariamente este sentido es el que más información transmite al cerebro para la realización y coordinación de todas las tareas. “La iluminación debe estar centrada en el ser humano, porque la luz tiene efectos visuales, biológicos y hasta emocionales en las personas. La iluminación dejó de ser un tema trivial. Para maximizar tanto el bienestar, como la capacidad productiva, es crucial redefinir qué calidad de luz necesitan las personas para las diferentes actividades diarias. Además los humanos somos individualmente diferentes en nuestras sensibilidades lumínicas y éstas cambian con la edad”, señala el Dr. Plett.

Nobel 2017: mecanismos moleculares regulan el ritmo circadiano

La Academia de Ciencias Sueca otorgó el Premio Nobel de Medicina o Fisiología 2017 al descubrimiento del origen molecular de los ritmos circadianos, esto es, los cambios que tienen los organismos vivos entre el día y la noche. Así, los investigadores aislaron un gen que controla el ritmo biológico diario en moscas de la fruta. Su trabajo permitió conocer el mecanismo que alinea el tiempo interno del organismo con el tiempo externo, tanto en plantas y animales como en el hombre. Para ello, analizaron los cambios de una proteína en el cerebro de la mosca de la fruta. Un aspecto relevante es que esta proteína está involucrada en los ritmos de invertebrados y vertebrados, lo que implica que desde el inicio del proceso evolutivo los organismos debían adaptarse al movimiento de rotación de la Tierra y por lo tanto a las condiciones cambiantes de luz y de oscuridad, actividad y sueño. El Dr. Young especifica que “la vida moderna conlleva conductas que hacen que la ritmicidad circadiana se altere”. Por ello “la iluminación centrada en las personas es la respuesta”, concluye Plett.

Fuente: R.R.P.P Alfa Lux

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