El desborde del Río Mapocho del domingo
17 de Abril de 2016 es una dramática muestra de la negligencia de un pequeño
grupo de profesionales que no fueron capaces de gestionar los riesgos de la
naturaleza, frente a una situación de baja probabilidad pero de altísimo
impacto.
Más allá de determinar las responsabilidades individuales o
colectivas de las personas, las empresas o las autoridades, como Consejo Zonal
Metropolitano del Colegio de Ingenieros, es necesario declarar nuestra profunda
molestia por el enorme daño provocado a las personas que habitan y trabajan en
el sector afectado.
La ingeniería chilena es de clase mundial, nuestros colegiados son
capaces de diseñar y ejecutar importantes obras en diversos ámbitos de
infraestructura, energía, minería, vivienda, bienes de uso público y gestión de
empresas privadas y entidades públicas y de ninguna manera podemos entender ni
justificar las causas que dieron origen a este desastre, cuyos responsables
deberán dar explicaciones y asumir las consecuencias de sus actos u omisiones.
Como ingenieros dedicados y comprometidos con el país,
solidarizamos con los pequeños y medianos empresarios, trabajadores pos cuenta
propia y con las personas que han visto amagada su fuente de ingresos por
razones que habrían podido ser evitadas con un esfuerzo compatible con la
magnitud física y financiera de las obras en ese nodo de tránsito tan crítico
para la ciudad de Santiago.
Somos víctimas de esta situación, ya que nuestra propia sede, en
el edificio de Nueva de Lyon 145 está sufriendo las consecuencias de la
inundación de los subterráneos, por lo que compartimos con nuestros vecinos sus
problemas y nos integraremos a las acciones de apoyo y mitigación de daños que
se emprendan.
Luis Zaviezo Schwartzman
Consejo Zonal Metropolitano
Colegio de Ingenieros de Chile
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