viernes, 10 de abril de 2015

Sólo un Gesto, Coima o Corrupción



Tres conceptos que al parecer distan mucho, en términos de definición  y ética, pero que a la larga son difíciles de calificar y/o jerarquizar en nuestra cultura, como alguien dijo una vez:“…que tienen de malo los incentivos positivos para mejorar la gestión…”,frase que se lee y suena muy bien, pero que a la hora de explicitar su alcance e impacto, es bastante difusa.

Quien dijo la frase anterior, en realidad lo que estaba planteando haciéndolo ver como un gesto de agradecimiento por la buena gestión, donde en la realidad de los casos le significaba la obtención de un beneficio personal o por sobre sus competidores, algo que claramente es cuestionable.
Entonces la pregunta es: ¿qué tan habitual es la práctica en nuestro país del “incentivo positivo”…?, pero que a la luz del común y corriente, se ve como algo natural, y a modo de ejemplo me refiero al hecho tradicional de: “llevar un chocolatito o una flor a aquella funcionaria que agilizo el trámite”, y dado lo anterior: ¿ese chocolatito es una coima…?, cada vez que realizo esta analogía del chocolate y la coima, obtengo respuestas que dan para todo desde gesto hasta coima, e inclusive frescura, pero en resumen la gran mayoría indican, que dado el valor monetario del chocolate, corresponde sólo a un gesto de agradecimiento, en otras palabras, la gran mayoría entendía que las coimas son sólo en dinero. Algo así como ser honrado a medias; o estar a medias embarazada, debo aclarar que ante ciertas cosas, no hay espacio a grises y sólo existen los blancos y negros.Dado lo anterior, es posible interpretar que de acuerdo al monto del incentivo, puede diferenciarse entre coima o gesto…?,Falso, tanto el chocolate, como la entrega de dinero son abiertamente coimas, en distintos formatos pero coimas de todos modos.
Por otro lado es cosa de conversar en distintos círculos, para darse cuenta que la práctica del “Chocolatito”, es absolutamente habitual, y se da por entendido que es un gesto necesario para mejorar la gestión, y tan habitual es, que si uno no lo hace, hasta te miran feo, y te tratan de mal agradecido, pero basados en los párrafos anterior, y permitiéndome decir, que el chocolate y el dinero son coimas por igual, al momento de empezar a ver que esto es habitual y aceptado, pasa a ser abiertamente corrupción.
Sin darnos cuenta, con esto estamos institucionalizando la corrupción como un gesto de agradecimiento, como de costumbre encontramos la forma bonita de justificar un acto antiético.
Entonces me pregunto ¿Qué diferencia a esa persona que espera un chocolate a cambio de hacer su trabajo, de otra que pide coimas para adjudicarte un contrato…?
Mi respuesta es clara, no se diferencian en absolutamente nada, pero cuidado, prácticas como estas, nos están llevando cada vez más a situaciones que en algún momento nos pasaran la cuenta como país, en un abierto deterioro y relativismo de la ética.
Podría seguir dando infinitos ejemplos:
“no fue plagio, sólo se me olvidó mencionar la fuente”;
“sólo fue un error, no sabía que ese gasto era inimputable a la glosa”;
“profesor sólo era una ayuda de memoria”.
Lo preocupante de esto, es que cada vez más esta mala práctica del gesto de agradecimiento (que tengo claro muchos lo ven como tal), es que estamos entrenando y/o enseñando a nuestro interlocutor a considerarlo una práctica aceptada y validada, permitiendo su expansión y reiteración en el tiempo, lo que en castellano se llama “corrupción”.
Es deber de quienes ejercemos nuestra profesión, y en específico nuestra responsabilidad permanente como Asociación Gremial, de cautelar celosamente el ejercicio, responsabilidad y compromiso con nuestros principios éticos, en todas nuestras acciones, ya seanpersonales o profesionales.

Mauro Grossi Pasche
Consejero Nacional
Secretario Consejo de Especialidad Industrial
Colegio de Ingenieros de Chile A.G.
Registro N°: 24.309





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