martes, 26 de enero de 2016

Productividad, competitividad y nuevo ministerio



La sociedad Chilena, en particular las del área científica y las del tecnológico, aplauden con mucha alegría la decisión de la presidente de comprometer el envío del proyecto de ley que crea el Ministerio de Ciencia y Tecnología para agosto de este año.  La mandataria fue muy clara en entregar los objetivos que deberán guiar el funcionamiento del nuevo ministerio: generación de políticas para fortalecer la investigación, desarrollo  e innovación; insertar a los investigadores al ecosistema laboral vigente y finalmente mapear las preocupaciones de la sociedad, los desafíos y oportunidades (nacionales y regionales) al quehacer científico-tecnológico.

Puede ser que la sociedad no tenga claro del anuncio de la mandataria cual es la “misión” del nuevo ministerio, hacia la cual van dirigido los objetivos antes planteados. Nos gustaría asumir que ésta es: aumentar la productividad y competitividad de nuestra nación, desligándonos de una vez por todas de la producción del cobre, generando “conocimiento” para ser vendido en base a profesionales altamente capacitados, de reconocidas carreras profesionales, con acreditaciones de alto estándar.
Es esta mezcla de capital humano altamente capacitado junto con el potenciamiento de las disciplinas que generan conocimiento, tradicionalmente en la academia e instituciones de investigación, los elementos claves del Chile del 2025 que el nuevo Ministerio de Ciencia y Tecnología debe potenciar con una mirada “estratégica”, dejando lo operativo a los otros ministerios y subsecretarías, utilizando una alianza muy cercana con el ministerio de economía y entregando guías de acción para que ministerios más operativos y tácticos como los de Salud, Educación, Minería, Energía, Defensa, Desarrollo social, Obras públicas, Agricultura, Transporte y telecomunicaciones y Medio ambiente realicen una labor coordinada.

Es decir, la mandataria y los futuros presidentes de Chile deben creerse el cuento de la Ciencia y Tecnología y darle “ropa y piso” al futuro ministro(a) para que todos los Chilenos ganemos y avancemos en una mejor calidad de vida.

Alfredo Díaz P.
Vice-presidente Especialidad Computación e Informática
Colegio de Ingenieros de Chile A.G.


lunes, 25 de enero de 2016

El mercado y la indolencia nos sorprenden cada día.



Cuando pareciera que los acontecimientos de la vida cotidiana hubiesen agotado nuestro asombro, aparece un nuevo evento que nos desmiente.
 
La basura, que ha sido motivo de tantos episodios más sucios que su naturaleza, nos muestra dramáticamente que las decisiones municipales y estatales, basadas en una asignación economicista de soluciones de rentabilidad de corto plazo, terminan en episodios indeseables como el de Santa Marta.

El mercado, probablemente no paga el esfuerzo de discriminar los residuos a nivel domiciliario, no hay incentivo monetarios para los particulares, que desde la mirada egoístamente privada no reconocen beneficio en ello.

Si la separación no ocurre en origen, los costos para un operador privado, en busca de rentabilidad, exceden los beneficios de la recuperación de reciclables o el subproducto de la descomposición de los residuos vegetales o similares.

Nadie ve los costos de mayor transporte, de mayor uso de suelo para los vertederos y los riesgos de incendios, explosiones y contaminaciones atmosféricas como las actuales, ni menos aquellas medio ambientales, que por mucho que se declaren no se abordan.

¿Por qué los ingenieros industriales debiésemos opinar? Por que hay tecnología probada en el mundo para segregar y reciclar. No, porque hay capacidad de gestión disponible para abordar sistémicamente el problema, pero falta capacidad de liderazgo a nivel de autoridades locales y estatales para comprometerse en enfrentar el diseño de soluciones fuera de la lógica del mercado. El mercado nunca ha resuelto problemas de externalidades, donde los individuos no perciben su contribución al costo colectivo, pero luego sufren las consecuencias de la agregación de los daños que marginalmente hemos aportado.

Estamos disponibles para contribuir a las soluciones técnicas y políticas necesarias para hacernos cargo de una sociedad que no merece vivir en la basura, en su humo o en la mediocridad de las indecisiones.

Luis Zaviezo S.
Presidente
Consejo Especialidad Industrias
Colegio de Ingenieros de Chile A.G.


martes, 19 de enero de 2016

Ingeniería práctica y anomalías




Desde hace ya algunos años hemos visto proyectos que han tenido como resultado un fracaso rotundo con el consecuente desprestigio no solamente de sus autores y ejecutores sino, de manera más amplia, de la ingeniería chilena, causando además un detrimento de los recursos invertidos en ellos.

Entre las obras fallidas podemos considerar el puente Loncomilla, el colector de saneamiento de Valparaíso, el puente CauCau y ahora conocemos de la construcción de 500 casas en Coronel que deben ser demolidas y reconstruidas debido a severas falencias en su diseño y construcción, detectadas desde hace ya más de tres años.

En estos proyectos encontramos siempre una pobre planificación tanto de la ingeniería  como en su construcción.No solamente la falta de control puede por sí misma causar el desastre, el germen del fracaso se encuentra desde los primeros pasos de la planificación y se inserta de manera fundamental en la gestión.

Las incoherencias se centran, en todos los casos, en los niveles de tolerancia de los errores, estossolamente buscan evitar impactos negativos en los avances o eludir responsabilidades,con lo cual se comienzana gestar distintos niveles de fracaso que constituyen una suerte de capital negativo especialmente cuando no seconocen de manera amplia y transparente.

Por estos motivos, es importante alertar y más bien advertir tanto a las autoridades como al público para evitar los desastres loque, evidentemente, no se basa en denuncias o noticias impactantes de pobre contenido técnico, sino más bien en una educación en muchos niveles en que se deben tomar las decisiones, una educación destinada a reconocer las necesidades y sus efectos en la materialización de las obras.

Esta es una tarea de la Ingeniería que necesita un oído receptivo de la autoridad.

Fotografía: Bío Bío Chile

Sergio Contreras A.
Primer Vicepresidente
Colegio de Ingenieros de Chile

La Ventanilla Única del Comercio Exterior Chileno (VUCE) son los Agentes de Aduana



En Chile la única Conexión Electrónica o Canal Electrónico que funciona y que opera realmente en Comercio Exterior es la conexión electrónica entre los Agentesde Aduana, el Servicio Nacional de Aduanas y el pago electrónico con Tesorería General de la Republica, como se puede apreciar en el esquema las demás interfaces entre los diferentes actores de la cadena logística no son electrónicas son presenciales. 











Esta conexión electrónica entre Aduanas y los Agentes de Adunas lleva más de 15 años en uso y ha demostrado su alta eficiencia, bajo costo y altaproductividad; el resto de la cadena logística como lo pueden apreciar en la figura son ventanillas únicas presenciales en donde los Agentes de Aduana son el nexo entre los Importadores y/o Exportadores y los diferentes actores de la cadena logística.
Por lo tanto a lo que tenemos que llegar es a integrar a todos los Actores Públicos  del Comex o Servicios de Frontera (SAG, SNS, PDI, ETC.) a través de este canal electrónico y conformar una Ventanilla Única del Comex liderada por Aduanas.














Y en el resto de la cadena logística llevar todo a Ventanillas Únicas Portuarias (VUP) que puedan comunicarse entre sí y conectarse con la VUCE, como podemos apreciar en el esquema de futuro.

Javier León Santibáñez
Ingeniero Civil Industrial PUCV

Mg. En Ciencias Políticas

Vicepresidente Cámara Aduanera de Chile

Secretario Consejo Regional Logístico, V Región

Colaborador Consejo Especialidad Ingeniería Industrial del Colegio de Ingenieros Chile.