jueves, 26 de octubre de 2017

Cambio Climático y Servicios de Clase Mundial

A esta altura para nadie es sorpresa pensar en plantear que los eventos de la naturaleza (lluvias, inundaciones, desbordes, etc.), son y serán cada vez más frecuentes, dados los cambios principalmente a nivel climático.
Recientemente hemos sido testigos de un suceso poco común, como lo fue, ver nevar en toda  la Región Metropolitana, situación que trajo consigo la incomodidad de más de 300.000 hogares que sufrieron cortes de energía eléctrica, de los cuales aun, casi tres días después  de la nevada, quedan del orden de 50.000, sin energía eléctrica.
Lo anterior sumado a otros eventos sucedidos este año, producto de las lluvias, que también generaron cortes de energía, por lo menos debe constituir una señal de alerta, en términos de la calidad o la mantención necesaria de los servicios y más cuando estos no tienen competidores, atendiendo a un mercado cautivo. Recordemos que hoy es la energía eléctrica pero hace unos meses fue el agua potable.
Hoy, que a todas luces, mostramos al mundo y damos cátedra en términos de una ingeniería de clase mundial a la hora de hablar de terremotos y construcciones, necesitamos aportar y crecer de la misma forma pero en los servicios de primera necesidad y más aun cuando todo indica que las condiciones del clima serán cada vez más inciertas.
Dado lo anterior, a mi juicio, el gran desafío para la ingeniería, no es generar grandes redes de distribución o redes alternativas con costos altísimos de mantención y operación. Es lograr generar modelos y herramientas que permitan anticiparse a este tipo de eventos, donde finalmente podamos evitar o minimizar significativamente el costo que actualmente debe pagar la ciudadanía ante eventos como el recién vivido.
También debemos ser capaces de comprender y hacernos cargo, de que las externalidades asociadas a nuestro trabajo, recordemos que todo lo que realizamos tienen directa relación con las personas, por ello es un imperativo de nuestra profesión, realizar un Ejercicio Profesional ético, comprometido y responsable, en pro del bienestar y calidad de vida de las personas.

¿Por qué en ciudades que nieva de forma permanente, no sucede esto…?

Mauro Grossi Pasche
Secretario General y de Especialidad Industrial

Colegio de Ingenieros de Chile A.G.

viernes, 20 de octubre de 2017

La Liebre y la Tortuga

Cada día el mundo globalizado va marcando la pauta de que sólo no avanzas, que aunque tengas muchas cualidades y seas fuerte como el acero, si caminas solo, todo se te hará más difícil.  Esto mismo pasa en el ámbito familiar,  laboral, estudiantil, empresarial. Lamentablemente, los hombres estamos muy ensimismados en nuestros triunfos personales, en nuestros objetivos y proyectos de vida, para alcanzar la así llamada calidad de vida.
Creemos que nosotros con nuestras propias fuerzas somos capaces de todo, y lamentablemente vamos dejando de lado ayudas muy importantes, yo diría, esenciales. El egoísmo y la autosuficiencia van cobrando tal fuerza, que luego nos cobra la felicidad, el triunfo o la realización que a la hora de la verdad nunca llegan. Aprendamos la gran lección que hoy la conocida fábula de la liebre y la tortuga nos enseña... ellas lograron entrar cristianamente al mundo globalizado, supieron aplicar la solidaridad y la subsidiaridad, es decir, en donde el más grande ayuda al más pequeño y el más pequeño aporta sus cualidades al más grande. ¿Recuerdas la fábula?
Una tortuga y una liebre siempre discutían sobre quién era más rápida. Para demostrarlo, decidieron correr una carrera; eligieron una ruta y comenzaron la competencia. La liebre arrancó a toda velocidad y corrió enérgicamente durante algún tiempo. Luego, al ver que llevaba mucha ventaja, decidió sentarse bajo un árbol para descansar un rato, recuperar fuerzas y luego continuar su marcha. Pero pronto se durmió. Todos nos decíamos ¡ay, liebre presumida e ingenua, lo pagaste caro! La tortuga, que andaba con paso lento, la alcanzó, la superó y terminó primera, declarándose vencedora indiscutible.
Moraleja 1: Los lentos y estables ganan la carrera.
Pero la historia no termina aquí: la liebre, decepcionada tras haber perdido, hizo un examen de conciencia y reconoció sus errores. Descubrió que había perdido la carrera por ser presumida y descuidada. Si no hubiera dado tantas cosas por supuestas, nunca la hubiesen vencido. Entonces, desafió a la tortuga a una nueva competencia. Esta vez, la liebre corrió de principio a fin y su triunfo fue evidente.
Moraleja 2: Los rápidos y tenaces vencen a los lentos y estables.
Pero la historia tampoco termina aquí: Tras ser derrotada, la tortuga reflexionó detenidamente y llegó a la conclusión de que no había forma de ganarle a la liebre en velocidad. Como estaba planteada la carrera, ella siempre perdería; por eso desafió nuevamente a la liebre, pero propuso correr sobre una ruta ligeramente diferente. La liebre aceptó y corrió a toda velocidad, hasta que se encontró en su camino con un ancho río. Mientras la liebre, que no sabía nadar, se preguntaba "¿qué hago ahora?" la tortuga nadó hasta la otra orilla, continuó a su paso y terminó en primer lugar.
Moraleja 3: Quienes identifican su ventaja competitiva (saber nadar) y cambian el entorno para aprovecharla, llegan primero.
Pero la historia tampoco termina aquí: el tiempo pasó, ¡y tanto compartieron la liebre y la tortuga que terminaron haciéndose buenas amigas! Ambas reconocieron que eran buenas competidoras y decidieron efectuar una última carrera, pero esta vez corriendo en equipo. En la primera parte, la liebre cargó a la tortuga hasta llegar al río. Allí, la tortuga atravesó el río con la liebre sobre su caparazón y, sobre la orilla de enfrente, la liebre cargó nuevamente a la tortuga hasta la meta. Como alcanzaron la línea de llegada en un tiempo récord, sintieron una mayor satisfacción que aquella que habían experimentado en sus logros individuales.
Moraleja 4: Es bueno ser individualmente brillante y tener fuertes capacidades personales.
Pero, a menos que seamos capaces de trabajar con otras personas y potenciar recíprocamente las habilidades de cada uno, no seremos completamente efectivos. Siempre existirán situaciones para las cuales no estamos preparados y que otras personas pueden enfrentar mejor. La liebre y la tortuga también aprendieron otra lección vital:
Moraleja 5: Cuando dejamos de competir contra un rival y comenzamos a competir contra una situación, complementamos capacidades, compensamos defectos, potenciamos nuestros recursos... y ¡obtenemos mejores resultados! 


¡Cuán beneficioso sería que esto sucediera en todas nuestras familias, en el mismo ámbito empresarial!, es decir, que exista tanta unión, comprensión y colaboración, que el esfuerzo de todos, refleje una sociedad en donde se respire un crecimiento y una armonía que haga que se realicen los designios de Dios sobre los hombres.
Peter Roberts Vergara
Socio Especialidad Industrial
Colegio de Ingenieros de Chile A.G

viernes, 13 de octubre de 2017

Una apuesta diaria


En Santiago, el Metro en la mayoría de los horarios es el medio de transporte público más eficiente, puesto que puede convertir eternos viajes de al menos 50 minutos en micro, en viajes de tan solo 25 minutos (en el caso de un desplazamiento desde plaza de Maipú hasta plaza de armas). 


Esto sumando que en los horarios punta, en la mayoría de las líneas disponemos de rutas express, en donde los trenes no se detienen en todas las estaciones y hacen nuestro viaje una maravilla teórica. Desgraciadamente, esto no es un tema que conozcan algunos, ya que, es de conocimiento popular, que los desplazamientos pueden tener una menor duración si son realizados sin son realizados en este sistema de transporte. El que la mayoría elija el Metro de Santiago implica que en los horarios “punta” obtenga mayores ingresos económicos, por ende, también de usuarios, los cuales en estos horarios ven cómo su espacio personal se reduce a la mínima expresión e incluso en algunos casos no existe. Este exceso de usuarios ha llevado a la empresa a cargo de este sistema de transporte a llevar al límite sus trenes, lo que conlleva que el solo hecho de que falle tan solo uno de estos trenes, y vemos como al menos un tercio de Santiago colapsa, debido a que la fluencia de pasajeros no puede ser recepcionada en el sistema de transporte de superficie. Si bien antes de que el auge del metro tuviera los niveles actuales, antes no generaba tanto ruido el hecho que un tren fallara o que una puerta del tren no cerrara, impidiendo el funcionamiento, todo esto debido a que el sistema de transporte público de superficie podía soportar la afluencia de público generada por alguna falla en el Metro.

Miguel González Álfaro 
Estudiante Ingeniería Civil Industrial UA 

viernes, 6 de octubre de 2017

Invierno: Congestión y Contaminación

Invierno estación lluviosa como antaño y muy fría. Producto de las inclemencias climáticas, nos acostumbramos a abrigarnos y a usar o sobre usar calefacción al interior de nuestros domicilios.
A gas licuado, gas natural, leña, eléctrica, etc., e incluso parafina. Lo que nos hace convivir con contaminantes inodoros a causa de calefacción incompleta o bien con contaminantes más silenciosos como derivados de nitrógeno.
Es necesario mantener una situación de comodidad en desmedro del aire que respiramos. Lo más probable es que la respuesta sea afirmativa. Confort y calidad de vida es prioritario independiente del bolsillo. Y hemos de mantener "calorcito" al interior sin dejar que "se escape".
Aunque podemos proponer otro tipo de medidas que no incrementen ese delta de temperatura y que a la larga ese cambio nos ocasiona, si estamos débiles alguna afección al sistema respiratorio.
Por tanto evitamos esa sobrecarga energética al usar aislamiento en nuestras residencias. Hay estándares y recomendaciones al respecto de los vidrios, de las junturas en puertas y ventanas, y mucho más simple en nuestras propias vestimentas, sin tener que salir como “mono de nieve”.
En varias comunas a pesar de las prohibiciones del uso de leña, se sigue empleando, es más económica, es agradable el “olor” a leña, pero va de la mano con emisiones silenciosas como el material particulado 10 (MP 10) y 2,5 (MP 2,5) expresado en microgramos por metro cúbico de aire, concentraciones ínfimas que ingresan a nuestro organismo – el MP 2,5 pasa directo al interior, ocasionando daño a su paso, por eso se insiste en evitar el uso de este tipo de combustible para calefaccionarnos.

Y finalmente caemos en el pseudoequilibrio, confort versus costos, comodidad versus contaminación, enfermedades respiratorias versus resistencia a ellas durante este periodo invernal, pues lógicamente hay más forzantes externas como otras personas contagiadas, vulnerabilidad, etc. Y no todo redunda en satanizar la calefacción intradomiciliaria, pero si es importante considerar estos bemoles, no menores de elementos contaminantes exógenos que se incorporar a nuestro organismo… seguimos congestionados y contaminados, un duopolio difícil de divorciar.
Eva Soto Acevedo
Msc. Ingeniera Civil Bioquímica 
Primera Vicepresidenta Consejo Zonal Valparaíso