jueves, 8 de octubre de 2015

Camino hacia la excelencia: ¿Mejora continua o reingeniería?




Al ver las noticias podemos observar con alguna periodicidad el resultado a problemas en la implementación de diferentes proyectos que en su oportunidad fueron ofrecidos como la panacea a muchos problemas de nuestra sociedad. Ejemplo de esto son el Transantiago, la reforma educacional, el sistema de salud público y muy probablemente también se sumen a esto la reforma laboral y algún intento de asamblea constituyente que aún se está gestando. Esto no es exclusivo del sector publico sino que por el contrario también se da en la empresa privada. En resumen la ejecución de proyectos no siempre es exitosa o del todo predecible.
En este contexto es interesante reflexionar sobre las diferencias entre mejora continua y reingeniería. Mientras la primera trabaja sobre cambios incrementales sucesivos tendientes a ir mejorando cada vez más los procesos, el segundo promete una mejora disruptiva permitiendo que estos procesos sean dramáticamente más productivos y eficientes.
No obstante a estas diferencias entre ambos enfoques,existe un enemigo en común llamado el rechazo al cambio.La frase que dice que el hombre es un animal de costumbre nos predispone a que los cambios en las actitudes o conductas  requieren de esfuerzo e incentivos tendientes a propiciar el cambio para perpetuarlo hasta que sea necesario volver a adaptarse.
Por lo anterior entender las motivaciones de fondo que empujan las decisiones de transformación son sin duda un factor crítico. De hecho los expertos en materia de gestión del cambio hablan de traspasar y comunicar el sentido de urgencia. Con esto no se busca otra cosa que hacer entender al grupo o individuos la importancia de adoptar el nuevo comportamiento.

Tomando en cuenta las principales diferencias quizás la más profunda dice relación con que la mejora continua nace más como consecuencia de un querer alcanzar la excelencia mientras que la reingeniería busca hacerse cargo de un problema puntual que genera la necesidad del cambio. Lo anterior queda de manifiesto en esa clásica frase del Kaizen que dice "hoy mejor que ayer y mañana mejor que hoy". Por lo tanto la mejora continua supone esfuerzos permanentes y de largo plazo a diferencia de la reingeniería que los requerirá mientras dure el proceso de implementación.
¿Qué sentido tiene comparar la reingenería versus la mejora continua? Si estamos en la disyuntiva de tener que elegir una metodología por sobre la otra claramente la reingeniería ofrece mejores resultados, pero a su vez requiere de mayores exigencias a la hora de diseñar e implementar. A diferencia de lo anterior la mejora continua permite trabajar cambios de forma permanente logrando que la organización aprenda a adaptarse mejor. Por consecuencia la reingniería como una técnica asilada es una salida para dar solución a un problema inesperado y la mejora continua como un proceso que responde a las necesidades de la estrategia de la organización. Dicho de otra manera la mejora continua se hace cargo todos los días de ver como mejoramos y la reingeniería aparecerá solo cuando un problema requiera de resultados dramáticamente más productivos y eficientes.
En conclusión más que utilizar una metodología por sobre la otra el llamado es a trabajar todos los días "hoy mejor que ayer y mañana mejor que hoy" y abrazar el camino del Kaizen en busca de la excelencia. Quizás de esta forma los proyectos como el Transantiago y las futuras reformas tengan una mejor acogida y resultados positivos en nuestra sociedad.

Bartolomé Rodillo Pérez
Consejero Especialidad Industrial
Registro N° 22.482

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